Castillo en ruinas situado en las márgenes del rio Aliste, que perteneció en el siglo XII a los Templarios y en el siglo XV fue señorío de Don Álvaro de Luna. En tiempos de Enrique IV, Losacino pasó a ser cabeza del condado de Alba y Aliste.
Fue construido sobre los restos de un antiguo castro vetón en el siglo XII y reformado en el siglo XV, sólo conserva algunas paredes y un torreón, aunque contaba con una planta irregular de 30 metros de ancho y 70 de largo, cuatro torres, barbacana y almenería.
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