Está situado sobre la base de un castillo más antiguo del que quedan restos. El actual se edificó en el s. XV. Y consta de un doble recinto amurallado de planta cuadrada, reforzado en los ángulos con torreones cilíndricos.
En el recinto interior (bastante más alto que el exterior) estaba la torre del homenaje y el patio de armas. Cuenta, además, con un foso artificial, a modo de sistema defensivo, que se salva con un puente fijo, que en su día fue levadizo. Perteneció a las familias ennoblecidas Bravo de Laguna, Saravias y Ríos, cuyos escudos heráldicos se aprecian en el castillo, y albergó a reyes en los siglos XVII y XVIII, a partir de cuya fecha se abandonó.
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