El Convento de San Juan de la Cruz se termina de construir en 1692. Es la primera iglesia y el primer convento del mundo dedicados a este santo y toda su estructura y distribución, en convento e iglesia, refleja fielmente la arquitectura carmelitana propia del Barroco carmelitano.
Durante los años 2017 y 2018 se remodeló toda la planta baja del convento, que comprende el claustro procesional con su patio, la sacristía mayor, el refectorio antiguo, la portería y salas de visita, el jardín conventual y varias salas de exposición permanente, tomando el nombre de Centro Teresiano Sanjuanista “Entremos más adentro…” En los espacios señalados, se pueden contemplar, además de las riquezas arquitectónicas, las piezas artísticas que en ellos se encuentran.
Este edificio, forma parte del entorno de Bien de Interés cultural y está declarado monumento; permanecían habitualmente cerrado a los visitantes y ahora está abierto para la visita de peregrinos y turistas.
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