Construida a finales del siglo XI, bajo la advocación de San Baudelio, la ermita se ejecutó en estilo mozárabe. Constituye la joya más original y de la arquitectura prerrománica soriana. Su apariencia exterior es muy sencilla, sólo destaca la puerta en arco de herradura.
Todas las paredes estaban cubiertas de pintura al temple, románicas y mozárabes, parte de las cuales se conservan allí, y otras, que fueron arrancadas, se conservan en los museos de Boston y El Prado.
Consta de dos cuerpos rectangulares, realizados con mampostería; la puerta de acceso tiene doble arco de herradura en las arquivoltas y jambas. En el área posterior del ábside, se encuentra una Necrópolis rupestre medieval, más de una veintena de tumbas de forma antropomorfa, toscamente talladas y , en algún caso, asociadas a modo de panteón.
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