Construcción del siglo XII en la que destaca una abundante decoración escultórica, tanto en las arquivoltas del pórtico como en los capiteles de las columnas del interior. Probablemente, la Iglesia de San Claudio de Olivares sea el primer templo románico erigido en Zamora.
Sobre la portada septentrional –presidida por el cordero, que simboliza a Cristo Salvador– se despliega un interesante calendario litúrgico muy erosionado, es un ejemplar tardío pero muy rico y netamente hispánico por la presencia de escenas tan cotidianas como la trilla en agosto y el motivo de la sed en julio.
En el interior se venera la imagen del Cristo del Amparo, anónimo y del siglo XVII, cuya procesión a cargo de la Hermandad de Penitencia se realiza el Miércoles Santo por la noche, conocida popularmente como “las capas pardas”, este desfile es, sin duda, la representación más genuina de la Semana Santa zamorana.
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