Datada en el siglo XII, de nave única y pequeñas dimensiones, se encuentra en estado de abandono, sin cubierta. Destaca el arco rebajado que separa la nave de la cabecera así como la portada meridional, antaño cobijada por un pórtico. Es de medio punto con única arquivolta adornada con un friso de rosetas.
Sobre ella destaca una imposta de motivos vegetales y cabezas de felinos en cuya factura vemos relación con el taller que participó en la iglesia de Almenara de Tormes.
Mayor calidad y otra mano más experimentada demuestran los tres modillones sobre ella, uno representando una cabeza entre toneles, otra mostrando dos pelícanos enfrentados bebiendo de la fuente de la vida, y una cabeza de elefante. El alero está sostenido por canecillos con figuras animales.
Deja una respuesta