Iglesia del siglo XI que constituye el primero de los ejemplos del románico-mudéjar castellano. Lo más destacado son sus tres ábsides, el central construido en piedra y los laterales con ladrillo, al igual que el resto del templo.
Estos ábsides se construyeron a finales del siglo XII y están decorados, en el exterior y el interior, con arquillos ciegos, frisos denticulados y otros motivos ornamentales.
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