Iglesia cuyo origen se remonta al siglo XII, es uno de los casos más característicos de mezcla de estilos. El arte románico se observa en el ábside de sillería y el arte morisco se puede apreciar en el ladrillo.
Se observa en el interior una imagen del siglo XV que representa a San Miguel venciendo al diablo. Sobresale el retablo neoclásico con la imagen del titular perteneciente a la escuela de Salvador de Carmona junto a dos púlpitos de alabastro que proceden del Monasterio y la urna con los restos de los mártires San Facundo y San Primitivo.
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