Iglesia que conserva todavía restos románicos, como la torre y claustro norte, cuya cronología entra ya en el siglo XIII. La torre es sin duda motivo peculiar de la fisonomía monumental de la ciudad y constituye su emblema.
Está situada a los pies del templo, con entrada desde dentro. Los arcos se decoran con puntas de clavo. Conserva la torre su cubierta de forma piramidal, con el tejado en forma de escamas, ya que su lejano modelo de esta torre es lombardo.
El claustro se emparenta con el de las Huelgas de Burgos, en el costado norte del edificio, ya que constituía un mirador sobre el ramal del río Esgueva que por allí pasaba. En el siglo XIV, se derribó el cuerpo del edificio románico, quedando sólo la torre y el pórtico.
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