Con fachada románica con influencia greco-romana. Destaca su friso que preside el Cristo de majestad rodeado de tetramorfos, a quien escoltan las figuras de los doce apóstoles.
Sufrió un importante incendio en la Guerra de la Independencia. Todo el conjunto, pese a ser románico de finales del siglo XII, está lejos de lo estático que caracteriza al estilo; ya que aquí las figuras parecen tener vida. Destacan las vestiduras de las dichas figuras, con sus pequeñísimos pliegues y la expresión de algunas figuras, y otros detalles realmente acabados. Alberga en su interior un Museo de Arte Sacro
Deja una respuesta