Los cánones constructivos de este templo responden al clásico estilo jesuítico: austeridad en el exterior y planta de cruz latina con una nave y capillas laterales. En 1799 se levanta una torre en el lado noroeste de la fachada.
Hasta la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767, fue la iglesia colegial del noviciado. Tras el abandono obligado de sus dueños, deja la advocación de San Pedro y San Pablo y pasa a ser la parroquia de Santiago. Tiene tres retablos en la cabecera, el central del taller de Pedro de la Cuadra y los gemelos del crucero, de Francisco Palenzuela. En el lado del evangelio hay dos estatuas orantes de los fundadores.
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