Iniciado en 1479 por Doña Beatriz de Higuera, fue el convento que eligió Santa Teresa para ingresar como novicia en la orden del Carmelo en 1535. En él permaneció 27 años y de él partió para llevar a cabo la Reforma carmelitana. San Juan de la Cruz estuvo aquí desde 1572 hasta 1577, fue capellán y confesor de las monjas.
Su iglesia, modificada en los comienzos del siglo XVIII, conserva los primitivos coros alto y bajo, comulgatorio, confesionario de San Juan de la Cruz practicado en el muro, y la celda de Santa Teresa en la Capilla de la Transververación.
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