Este edificio, que acogió la sede de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, fue edificado entre 1892 y 1893 para albergar las dependencias de esta Institución, creada por Fernando de Castro para ofrecer a las mujeres españolas de clase media la oportunidad de tener acceso a una enseñanza académica y científica eficaz.
El edificio, construido por los arquitectos Pablo Sánchez y Gerardo de la Puente, junto a Manuel Ruiz de Quevedo, resulta original con respecto al contexto madrileño por su perfecta conjugación de lenguajes tan dispares como el eclecticismo, marcadamente académico, y el de la arquitectura del hierro, pragmático y pendiente de la naturaleza de los materiales, y que se puede disfrutar en el patio trapezoidal. Su diseño y la elección del entorno no fueron elegidos al azar, sino que se tuvieron en cuenta la luz, la ventilación y el espacio.
En su interior se encuentra un importante conjunto de mobiliario característico de la segunda mitad del siglo XIX.
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