Situado en el Paseo de Recoletos, a la salida de la estación de tren de Cercanías y frente a la Biblioteca Nacional, se encuentra este conjunto escultórico promovido por los libreros españoles en homenaje al libro y sus creadores. La obra se realizó en 1984 por el artista lucense Manuel García Vázquez y el arquitecto Joaquín Roldán Pascual, quedando inaugurada el Día del Libro de ese mismo año.
La escultura, elaborada en bronce, recrea a dos niños sentados sobre un pedestal monolítico de granito, en forma de prisma quebrado, leyendo un libro. En uno de sus lados se puede leer la inscripción “Los libreros españoles al libro y sus creadores”.
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