La Basílica de San Vicente o Basílica de los Santos Mártires Vicente, Sabina y Cristeta, fue erigida en honor a estos hermanos martirizados en el siglo IV durante la persecución a los cristianos dictada por Daciano. En los laterales del sepulcro se relata la historia de su persecución, hasta su muerte.
Iniciada su construcción en el siglo XII, es un claro ejemplo de la transición del románico al gótico, destacando su cabecera, el sistema de bóvedas central, su Pórtico Principal o de la Gloria con labradas arquivoltas. Su triple ábside de gran altura, alcanza el gótico pleno en su cimborrio, con ventanas ojivales en sus cuatro caras.
En la cripta se encuentra la imagen de la virgen de la Soterraña (S.XV), venerada por Santa Teresa de Jesús.
Escultóricamente, además del sepulcro, destacan los capiteles de la portada sur, con una Anunciación, la portada occidental con Cristo Majestad y el Apostolado y en la que se narra la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro. Una gran maravilla histórica.
Deja una respuesta