Palacio isabelino de 1497, con una fachada de original cornisa y adornada por un alfiz a modo de cordón franciscano. Esta Casa-Palacio cuenta también con unos pequeños escudos ladeados y varios ventanales. En el interior, conserva artesonados mudéjares.
El edificio suma el estilo hispano-flamenco característico de finales de siglo con importantes influencias mudéjares y en ambos casos haciendo gala de un gusto exaltado por la decoración.
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