Posee dos recintos, del que destaca tanto el exterior, como el interior, con tres torres circulares y una rectangular. La flor de lis de los Cartagena aparece en varios cubos de la fortaleza, que posee un matacán sobre la puerta, y en la barbacana un garitón que resguarda la entrada. Todavía hoy se puede apreciar que los pisos tuvieron techumbre de madera labrada, y el husillo que comunicaba las plantas.
Una pequeña puerta al norte, junto a la torre, defendida al exterior por ladronera, daba salida a la barbacana. Fue concebido como residencia fortificada por la nobleza de mediados del siglo XV, concretamente por Don Pedro de Cartagena, que perteneció a una noble familia burgalesa de judíos conversos: los Leví.
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