El Castro El Castillo se encuentra ubicado en una plataforma cortada entre peñascales y rodeado íntegramente por una gruesa muralla, que encierra unas cinco hectáreas. Compuesto por sillarejo de granito en seco muy bien ajustado, la muralla se levanta sobre roca natural.
Pese a las destrucciones y modificaciones sufridas, el aspecto de la muralla del castro ha cambiado poco en ciertas zonas. Ningún edificio se conserva en pie, salvo la ermita de la Virgen del Castillo, muy posterior al abandono del castro, de la época de los Reyes Católicos y en cuya fábrica se han aprovechado elementos romanos.
Se conserva un conjunto de grabados, tanto en rocas como en sillares de la muralla, que representan caballos y otros animales. Los grabados de figuras humanas son escasos, como una escena de caza, en la que unos jinetes, armados de lanzas, acosan a unos jabalíes.
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