El castro de Zarranzano, situado en una ubicación estratégica natural, sobre un espigón fluvial entre la confluencia de los ríos Tera y Zarranzano y delimitado por escarpes naturales y una potente muralla en su flanco noreste, constituye un singular ejemplo de asentamiento castreño, que permite reconstruir la Edad del Hierro en el norte de la provincia de Soria.
Repite un patrón de asentamiento típico de los castros sorianos de la serranía norte, en el que priman los aspectos estratégicos y defensivos, conseguidos de forma natural por las abruptas laderas y reforzados de manera artificial.
Deja una respuesta