Es uno de los edificios más representativos de la capital maragata, ciudad noble, leal y bimilenaria de la provincia leonesa, que es encrucijada de caminos y encuentro de culturas. Corresponde a la diócesis de Astorga, una de las más antiguas de la Península Ibérica.
El templo incorpora y sintetiza todas las corrientes artísticas, desde el gótico florido, renacimiento, barroco, neoclasicismo y todos los lenguajes que la han hecho posible reflejan la historia, el arte, la tradición y la fe de todos los siglos.
Se empezó a construir, tal y como la conocemos en la actualidad, en 1471, en el mismo solar donde la precedieron otras catedrales románicas de los siglos XI al XIII. Sus dos torres gemelas, otra de las campanas y otra más antigua restaurada ofrecen la imagen más representativa del exterior, junto al característico color rojizo de la piedra.
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