Es uno de los conjuntos arquitectónicos más hermosos del gótico español y está declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Su trazado original y personalísimo alzado la convierten en un edificio que destaca por su armonía.
Basta mirar las agujas gemelas que se elevan hacia el cielo en una cascada de encajes. En el interior del edificio una lápida de bronce nos advierte que allí descansa el legendario Cid Campeador, Rodrígo Díaz de Vivar, y su esposa doña Jimena.
Su construcción se prolongó desde 1221 hasta 1765 y, aunque predomina el estilo gótico, hay numerosas referencias artísticas repartidas por todo el edificio.
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