Si visitamos la bella ciudad de Valladolid, en su lado norte, casi donde la ciudad se acaba encontramos este convento fundado por Santa Teresa, el cuarto según ella misma lo explica en su “Libro de las Fundaciones”. Para su construcción fue primordial la ayuda de Doña María de Mendoza, esposa del marqués de Camarasa y hermana del Obispo de Ávila y su colaborador.
Las monjas se trasladan a él en el siglo XVI como lugar de estancia y huerto y no es hasta el siglo XVII cuando se construye la Iglesia, claustro, ermitas… todo siempre sencillo y severo, como marcaban las normas de Santa Teresa. Lugar de construcción principal en ladrillo y tan solo piedras en sus esquinas y portada, de amplias dovelas. Iglesia reducida de una sola nave, bóveda de cañón, crucero con cúpula, zócalo de azulejería… Detalles varios que le otorgan una belleza sencilla. Un lugar en cuyo interior encontramos recuerdos teresianos y obras de importantes autores.
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