La ermita-cueva de San Vicente, resto de un eremitorio rupestre, localizada en las cercanías de la confluencia del río Rivera con el Pisuerga. Se enmarca dentro de uno de los grandes conjuntos eremíticos españoles, el del Alto Pisuerga. Básicamente presenta una gran sala rectangular con varias entradas y toscos vanos, a la que se suma, una capilla excavada al este, diferenciada del resto por un escalón, que pudo haber estado cerrada mediante un ábside de mampostería.
La ermita está rodeada de una necrópolis, fechada entre los siglos VIII y XI, de la que se han descubierto una veintena de tumbas excavadas en la roca, predominando las de tipo antropomorfo.
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