La portada se cobija bajo un arco que remata en una curiosa balaustrada, y la torre, situada de cabecera, se corona con una pequeña espadaña. Los grandes óculos que se asoman en la fachada y el cementerio con sus árboles componen una estampa poco corriente.
Se puso la primera piedra en la capilla mayor en 1653, acabándose la parte fundamental del templo diez años después. En el interior destaca el órgano de 1753 construido por Manuel Pascual, y la capilla de la Dolorosa, con un retablo barroco de 1744.
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