Llamada por su monumentalidad `la Catedral de la Armuña`, se levanta sobre otra anterior de la que se conserva la torre, del siglo XIV.
Posee una sola nave con crucero, seis retablos barrocos de la segunda mitad del siglo XVII, y otro plateresco con una rica imaginería. También destaca una talla del siglo XIV: `El Cristo de la Largueza`.
Llama la atención el arco de la tribuna con su balaustrada de cantería, parcialmente destruida para dar cabida al órgano, que perteneció a la Catedral de Salamanca y fue canjeado por la monumental campana conocida como `María de la O`.
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