Iglesia Románica, de tres naves, construida en el siglo XII y reconstruida en los siglos XVI y XVIII.
Destaca su interior por su rico retablo, una obra del siglo XVI, considerado por muchos en la provincia de Zamora con pinturas de Lorenzo de Ávila y escultura de Jacques Bernal. Fragmentado en cinco calles, resaltando la central, y los episodios que en ella se plasman. Retablo dedicado a la vida de Jesucristo, excepto las escenas en las que la protagonista es la Virgen María. Un discurso iconográfico cargado de color que sin duda es rico y hermoso de contemplar, un retablo con presencia de inscripciones, algo poco habitual.
Junto al retablo, en los lados, encontramos doce óleos renacentistas, conservándose también dos columnas de mármol del siglo X, de la primera repoblación mozárabe de Toro, en tiempos de Alfonso III.
Deja una respuesta