Consta documentalmente que esta iglesia existía ya en 1244, aunque de aquella época únicamente se ha conservado el ábside, de estilo románico-mudéjar, ya que la nave y la espadaña son fruto de una reforma que se hizo en los años 70 del siglo XX.
El ábside, construido en ladrillo, es semicircular y está precedido por un tramo presbiterial recto. Destaca su decoración organizada en tres filas, de arcos de medio punto la primera, seguida por arcos enmarcados en alfiz, para terminar con recuadros ciegos.
Su interior está cubierto por bóveda de cañón y destacan los arquillos ciegos y los remates en friso de esquinilla.
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