Esta iglesia es una peculiar muestra dentro del románico palentino, no por la planta de una nave con crucero y tres ábsides, sino por el plan de abovedamiento, cabecera y decoración.
En 1123 se transformó en monasterio lo que era sólo la iglesia. El interior es de proporciones cuidadas, planta de cruz latina y presbiterio profundo, capillas absidales, crucero con bóveda de crucería de plementería francesa y ábside central gallonado. Otro particular decorativo muy interesante son las aras de los altares soportadas por columnas. A lo largo de la cornisa aparecen variados canecillos entre las que destacan algunas florales, personajes sentados, bolas, rollos, cabezas de animales.
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