El palacio ha pertenecido a varios dueños, en el siglo XVIII fue propiedad de la esposa del marqués de Villena y, después de los duques de Pastrana, Infantado y marqueses de Pombo y Alonso Pesquera. En la actualidad es un edificio anexo al Museo Nacional de Escultura, albergando el Belén Napolitano.
El exterior presenta el zócalo, las esquinas y el cuerpo central labrados en cantería y un gran arco de entrada con grandes dovelas. Los torreones laterales son obra del siglo XIX.
El interior se organiza en torno a un patio, con dos pisos de arquería en tres de sus lados, con arcos de medio punto apoyados en columnas con capitel de orden jónico.
La escalera presenta tres tramos y está cubierta con un artesonado primitivo.
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