Sepulcro megalítico de corredor, con una cámara funeraria de más de cinco metros de diámetro que acoge los restos mortales de por lo menos 25 personas, enterradas junto con su respectivo ajuar.
Muestra una gran complejidad en la disposición del túmulo funerario, que tiene diversos anillos concéntricos formados por tierra y piedras menudas, rodeados por otros tantos anillos de piedras oblicuas a modo de contrafuertes, con una corona y corazas pétreas que delimitan, contienen y refuerzan el túmulo terrero.
Este dolmen es un testimonio único en toda la provincia de Valladolid. El recinto megalítico sigue el modelo arquitectónico de sepulcro corredor, es decir, compuesto por un pasillo de 6 metros de piedras que termina en una cámara funeraria recubierta por piedras. La cámara donde termina el pasillo es circular, con un espacio de unos 5 metros de diámetro.
Datado en una etapa avanzada de la III fase del Neolítico (finales del IV milenio a.C.).
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