Con 74 metros de altura, esta torre recubierta de zinc negro es el primer edificio de Madrid que ven quienes entran por la carretera de Valencia (A-III). En 2010 obtuvo el premio NAN de arquitectura. Al igual que «El Donut», esta popular «Cerilla» es otra de las iniciativas de la EMVS, que a través de un concurso público dio la oportunidad a María y José María Hurtado de Mendoza para construir un edificio que albergara pisos y dúplex con vistas sobre la ciudad, al mismo tiempo que se convirtiese en un hito urbano con el que los madrileños pudiésemos identificar el PAU de Vallecas.
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